Actualmente, la estructura del vehículo se diseña de manera que se deforme, protegiendo el habitáculo y a los ocupantes. Durante años se equiparó la idea de rigidez con la idea de seguridad. Sin embargo, esa identificación es parcialmente errónea, ya que cuando sobreviene una colisión la energía del impacto se transmite. Si la carrocería no es capaz de absorber esa energía serán los ocupantes quienes la absorban.
pueden contemplar también los elementos retráctiles o colapsables, tales como la columna de la dirección, los componentes del motor, las ruedas… Todos ellos se diseñan de manera que, en caso de colisión
la estructura del vehículo está formada por zonas deformables, sobre todo en las partes anterior y posterior del vehículo, y por una parte rígida, conocida como jaula o celda de seguridad, donde los travesaños y largueros han sido fabricados en aceros de alta resistencia que, esos sí, soportan el impacto sin deformarse, justo para proteger a los ocupantes de un posible aplastamiento.